La depilación es una de las mayores preocupaciones de las mujeres. El ritmo de vida actual hace que sea imprescindible estar depilada, independientemente de la época del año que sea. Cera, cuchilla, pinzas, cremas o maquinillas eléctricas eran, hasta hace poco, las únicas herramientas que existían para acabar con el vello corporal.
En los últimos años las técnicas de depilación han evolucionado y eliminar el vello ya no tiene por qué ser un problema. Los nuevos métodos pasan por técnicas más indoloras y efectivas, como la Fotodepilación, que permite olvidarse del vello en pocas sesiones.
La técnica de la Fotodepilación se basa en el uso de la luz pulsada de los equipos IPL. Ésta se transforma en calor y destruye las células germinativas del folículo piloso, evitando que vuelva a crecer el vello.
Te interesa saber
Antes de someterse a un tratamiento de Fotodepilación es necesario saber que los resultados dependerán de las características de la piel y del vello. Cuanto más clara sea la piel y más oscuro sea el vello, mejores y más rápidos serán los resultados. Así, la Fotodepilación es una técnica individualizada que permite adaptar los parámetros del equipo a las características de cada cliente.
El número de sesiones dependerá por tanto de muchos factores. Antes de iniciar el tratamiento los especialistas tendrán que tener en cuenta la densidad del vello y su ciclo de crecimiento. El vello crece según ciclos, y entre los factores que influyen en su crecimiento y grosor destaca la edad, el grupo étnico, el peso, las hormonas, la dieta, los medicamentos y el metabolismo.
Máxima hidratación
Tras cada sesión de fotodepilación la piel puede llegar a irritarse, provocando un enrojecimiento que puede llegar a ser muy molesto. Para evitar esto, los especialistas recomiendan no tomar el sol en la semana después de la sesión, aplicarse un factor de protección alto en la zona tratada, evitar sudar en exceso y sobre todo, que la piel esté muy hidratada.
Fotodepilación y depilación láser
Para muchas personas es lo mismo, pero no hay que confundir la Fotodepilación con la Depilación Láser.
Se trata de dos métodos parecidos para eliminar el vello, que se diferencian en la longitud de onda fija de los láseres utilizados. Así, con la tecnología IPL (Fotodepilación), es posible seleccionar la gama del espectro y adaptar la longitud de onda para que la energía luminosa sea capturada por el pelo y no por los tejidos próximos.
Además, la fotodepilación elimina también el riesgo de foliculitis, la inflamación de los folículos de la piel, problema que puede aparecer con la depilación láser.